Rememorar la pasión y muerte de Jesús es lo que la Iglesia revive cada Viernes Santo. Cada momento vivido por Jesús es una ocasión de acompañarlo y estar con Él en estos días de Semana Santa. Todos los años, la Comunidad Educativa del CEST se reúne el día Miércoles Santo –31 de marzo— para recordar y revivir los acontecimientos de la última etapa del camino terreno del Hijo de Dios, intencionado en este 2021, de forma especial por todos los hermanos y hermanas que están enfrentando la enfermedad de Covid-19.  

“Creemos que cada paso del Señor, cada gesto o palabra suya, así como lo que han visto y hecho, todos aquellos que han tomado parte de este drama nos hablan continuamente, ya que en su pasión y en su muerte, Cristo nos revela también la verdad sobre Dios y sobre el hombre”, dijo padre Eduard Rojas, al iniciar el Vía Crucis desde el patio del CEST Sede Sur, y quien desde allí presidió esta celebración en conjunto con la comunidad religiosa.   El Vía Crucis fue transmitido por plataforma google meet para los profesores y asistentes de la educación, y las estaciones estuvieron a cargo de los estamentos del CEST, donde se pidió y se rezó por todos los integrantes, nombrándolos a cada uno.

Al finalizar esta actividad, el padre Pedro Pablo Cuello, director de la Presencia Salesiana en Talca, instó a la Comunidad Educativa a pensar en Jesús, en acompañarlo, en buscarlo y querer estar con Él en estos días, pero sobre todo acompañarlo, especialmente en las personas que más necesitan.

El Viernes Santo –02 de abril—la Comunidad Pastoral también acompañó a Jesús en el camino de la Cruz, culminando con una emotiva adoración de la Cruz en el templo de María Auxiliadora, y donde se rezó por todas las personas que están sufriendo por enfermedades, por cesantía, por soledad o por depresión, debido a la pandemia.

Durante este fin de Semana Santo, el hermano Marcelo Rojas, sdb, y el Hermano Rogger Valdivia, diácono, sdb, participaron de las celebraciones, y acompañaron el servicio litúrgico y pastoral de la Comunidad talquina, a quienes se les agradeció su cercanía y cariño para con los integrantes del CEST y la Familia Salesiana.

La Iglesia celebra con devoción, ayuno y recogimiento los días de Semana Santa, porque es la forma de acompañar a Jesús en este tiempo, así como Él sigue acompañando la vida de todos en todos los tiempos, y dio su vida por la humanidad.

La Comunidad Educativa del CEST saluda en este día Jueves Santo a los sacerdotes que guían la vida y acciones del trabajo educativo pastoral: P. Pedro Pablo Cuello, director de la Presencia Salesiana en Talca; P. Belarmino Sánchez, rector Santuario María Auxiliadora; P. Juan Pablo Lyon, párroco de la Parroquia Santa Ana; y P. Eduard Rojas, coordinador del Área de Evangelización del CEST.

El Jueves Santo recuerda los acontecimientos de la última cena: el lavatorio de pies, la institución de la Eucaristía, la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní y la institución del sacerdocio. Jesús instituye este ministerio como signo de su presencia en medio nuestro. “El sacerdote, dice el Papa Francisco, es un hombre descentrado de sí mismo, porque al centro de su vida no está él sino Cristo”.

Don Bosco aprendió a ser sacerdote en lo cotidiano y descubrió la misión a la que el Señor lo había enviado: los muchachos pobres y abandonados de la gran ciudad de Turín. Don Bosco sacerdote, sobre todo, entre los jóvenes, con los jóvenes y para los jóvenes.

La Iglesia nos invita a celebrar el misterio de la institución de la eucaristía y a rezar por nuestros sacerdotes. Oremos por todos aquellos sacerdotes que han acompañado nuestra vida sacramental, espiritual y personal.  

La Comunidad Educativa del CEST celebró la Eucaristía de Domingo de Ramos online, el 27 de marzo, en la cual se revive la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y se inicia la Semana Santa. En un templo vacío se encontraba P. Eduard Rojas, quien presidió la misa y procesión de entrada con la bendición de los ramos. “Este templo queremos llenarlo con la presencia del Espíritu Santo, y la cercanía de cada uno de ustedes que nos siguen por las redes sociales; hemos bendecido estos ramos que son signos de la entrada de Jesús a nuestras vidas, de una manera muy particular durante este tiempo que estamos viviendo por la pandemia”, manifestó el sacerdote en el inicio de esta celebración.

En esta celebración de Domingo de Ramos o Domingo de la Pasión, la liturgia propone dos textos del evangelio para vivir Semana Santa: el primero que proclama la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, y el segundo en la liturgia de la Palabra, propiamente de la eucaristía: la pasión, que se lee el domingo anterior a la resurrección porque se busca que los cristianos puedan contemplar la muerte, y al otro domingo vivir y contemplar la resurrección.

Padre Eduard señaló en la homilía, que este es el tiempo de acompañar a Jesús, “cuantas veces venimos a la casa de Dios para encontrarnos con Él, pero en esta semana es el Señor el que quiere entrar a nuestra casa, pero para que eso pase hay que disponerse. Los Ramos son un signo, pero lo importante es abrir la puerta del corazón para que Jesús entre (…) Él va estar siempre con nosotros mientras nosotros podamos abrir las puertas de nuestra casa, de nuestra familia, de nuestro corazón y de nuestra vida”. Invitó a la Familia Salesiana a dejar entrar al Señor en la vida de cada uno. “Cuántas veces hemos venido a esta Iglesia o a otras Iglesias a pedir a Dios por nuestras necesidades, para que Jesús nos ayude, nos acompañe, y le pedimos que se quede con nosotros, pues bien, este es el tiempo y la semana de quedarnos nosotros con Él, acompañemos a Jesús, caminemos con Jesús, Él nos está pidiendo que nos quedemos con Él, quédate conmigo, como se lo pidió a los apóstoles en el huerto de Getsemaní, pero ellos se quedaron dormidos, que no nos pase a nosotros lo mismo, quedémonos atentos al Señor, y acompañemos a Jesús en esta Semana Santa”.

En la misa se hizo oración por la Iglesia para que su anuncio sea siempre el amor de Dios; por las personas que día a día cargan sus propias cruces para que experimenten la compañía de Dios; por quienes ejercen autoridad; por los pueblos que sufren la guerra y por todos los cristianos, para que esta Semana Santa sea de un hondo compromiso con el Señor.

En el momento de las ofrendas se presentaron los ramos benditos, con los cuales acompañamos la entrada de Jesús a Jerusalén, y a la vez el misterio de la pasión y muerte. Con esta celebración, se da inicio a la Semana Santa, donde nos proponemos vivirla en la reflexión, oración y, sobre todo, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien se entregó por la humanidad.