Con una entusiasta invitación para celebrar los 135 años de presencia salesiana en Talca, el 03 de marzo, el CEST en ambas Sedes, inauguró el Año Escolar, donde, especialmente se dio la bienvenida a los estudiantes de primeros medios, de parte de sus compañeros y de toda comunidad educativa.

El padre Darío Navarro, director de la Presencia Salesiana en Talca, en su saludo de inicio dijo que son 135 años donde la espiritualidad y la educación del Sistema Preventivo de don Bosco se han hecho presente aquí en esta ciudad. “Celebrar 135 años significa para nosotros, soñar nuestro colegio, y se lo pido especialmente a ustedes jóvenes, soñemos nuestro colegio en grande (…) por lo que significa nuestro colegio, por las personas que han sido parte, por lo que ahora están haciendo parte y por todos los que vendrán en el futuro; para dar testimonio de que creemos en Jesucristo, y creemos en este proyecto de don Bosco, que nos dejó con una herencia carismática, y que en donde estemos, sigamos dando testimonio de ser alumnos salesianos”.

En este contexto, el padre Darío invitó a los jóvenes a sentirse orgullosos de llevar la insignia y la corbata del colegio, “que es lo propio, es nuestra identidad, y ustedes son reconocidos en la ciudad por eso, y porque están siendo formados como buenos cristianos y honestos ciudadanos”.

El sacerdote además motivó a los estudiantes a integrarse a las actividades extra programáticas y pastorales que ofrece el CEST. “No se resten de las actividades pastorales porque nos ayudan a descubrir algo más de lo que es la vida de Jesús, que nos invita a dar sentido a nuestra vida”, acotó.

En este acto de inicio del año, el padre Darío comentó a los alumnos que toda casa salesiana es animada por una Comunidad Religiosa, a quienes invitó a pasar adelante y presentarlos a todos los alumnos: padre Belarmino Sánchez, padre Juan Pablo Lyon, diácono Romedil Ilufi y hermano Camilo Peña.

Seguidamente, Reinaldo Castro, rector del CEST, recordó los pilares de un ambiente salesiano, que animan la vida educativo pastoral en lo cotidiano del CEST. “Queremos que ustedes estimados alumnos se sientan en una casa que los acoge, algunos decimos la Casa Grande, donde se sientan parte de esta familia; queremos que se sientan en una escuela que los educa para el bien, en un patio para que crezcan en la amistad y el compañerismo y, sobre todo, en una parroquia que los evangeliza para que den sentido a sus vidas”, puntualizó el directivo.

Como signo de ser fermento en la masa, en este acto se presentó el pan, que indica el fruto del hombre y la mujer como servidores en medio del mundo. Y posterior a este momento, el padre Darío invitó a los profesores jefes a pasar adelante para ser bendecidos y enviados a iniciar un nuevo año escolar y vivir el aguinaldo de este año, que es ser fermento en la masa.  

El padre Darío impartió la bendición para todos e iniciar así un nuevo año educativo pastoral 2023.