El 29 de junio, con una oración de Buenos Días especial en formato online y presencial, se celebró la solemnidad de San Pedro y San Pablo, donde se saludó al director del Colegio, padre Pedro Pablo Cuello en su onomástico, como es tradición en la familia salesiana saludar al representante de don Bosco en cada obra. Ambos apóstoles, Pedro y Pablo, fueron hombres que testificaron con su vida la presencia del Señor en su tiempo, como también lo ha hecho el padre Pedro en la espiritualidad salesiana.
En su mensaje presencial, el padre Pedro, explicó que “los apóstoles Pedro y Pablo fueron grandes apóstoles de Jesús, uno conoció a Jesús, conversó con él y recibió su legado para iniciar la Iglesia católica, tú eres la roca le dijo Jesús a Pedro, y es el Vicario de Cristo en la tierra, el Papa. El apóstol Pablo no lo conoció, pero tuvo una experiencia radical con Jesús, ya que de ser perseguidor de los cristianos pasó a convertirse en apóstol de Cristo, y fue capaz de transmitir al mundo, a través de su testimonio y de sus cartas, la vida de Jesús como si hubiera estado con él todos los días. Y así la Iglesia los recuerda como los grandes apóstoles que iniciaron nuestra Iglesia y la cuidan hasta nuestros días”.
Luego de compartir su mensaje, padre Pedro fue homenajeado por el personal del CEST. El presidente del CGPA, Mauricio Espinoza; y los presidentes de los sindicatos N° 1 y 2, representando a los profesores, Eduardo Yáñez, y representando a los asistentes de la educación, Patricio Cofré entregaron regalos al director, como una forma de agradecer el legado de espiritualidad y formación de Don Bosco en medio de la Comunidad Salesiana en Talca.
Al finalizar este Buenos Días, los instructores de la Banda del CEST interpretaron “las mañanitas” y otras canciones para homenajear a padre Pedro. Al impartir la bendición, padre Pedro agradeció el gesto de cariño y saludo, e instó a la Comunidad Educativa a imitar a estos grandes apóstoles y santos de la Iglesia.
En la solemnidad de San Pedro y San Pablo, se recuerdan a estos grandes testigos de Jesucristo, y a la vez, se hace solemne confesión de fe en la Iglesia, Una, católica y apostólica.
