El 13 de mayo, la Familia Salesiana celebra a Madre Mazzarello, cofundadora de las Hijas de María Auxiliadora, junto con don Bosco. En el CEST se recordó a María Mazzarello con un Buenos Días especial, dirigido por Sor Silvia Barañados, directora de los colegios Santa Teresita y María Mazzarello de Talca. Sor Silvia compartió su testimonio y reflexión sobre la vida y legado de Madre Mazzarello o Main, como cariñosamente le decían en su pueblo natal. Se refirió al evangelio leído en esta mañana, agregando que éste siempre es luz, pero “hoy realmente nos sorprende porque refleja la vida de Madre Mazzarello. No hay entre ustedes muchos sabios, muchos nobles, más bien Dios ha escogido lo que el mundo tiene por débil, por insignificante, para actuar desde allí a los poderosos, así ocurre en la vida de Maín”.
María Mazzarello, como la describe Sor Silvia, es una mujer sencilla, campesina, aldeana, que se deja tocar por el amor de Dios, transforma su propia vida y logra desde ese oculto Mornese, salir al mundo entero, y dar vida a una familia religiosa, que hoy llega a todos los continentes.
La religiosa se pregunta ¿y dónde está el secreto de su grandeza? “¿Dónde podría estar el tesoro que guardó tan celosamente en su intimidad, y luego derrochó a manos llenas a las niñas, a las jóvenes, a sus hermanas, y hoy a tantos en el mundo entero, que comparten y viven su legado de santidad? Donde sino en el corazón amante de Jesús, que la hace capaz de ser una mujer audaz, que en su tiempo es capaz de mirar cotidianamente la sociedad y reconocer la necesidad que brota de las niñas y en las mujeres de su pueblo”.
En Madre Mazzarello reconocemos a la mujer capaz de apertura a la trascendencia desde la contemplación en la acción. “Todo a Maín le habla de Dios, y quisiéramos también nosotros tener esa convicción, que todas nuestras acciones, todas nuestras decisiones tienen ese impacto global, un impacto en el mundo entero (…) Ella fue la semilla de todo un Instituto tan grande en el mundo, es la fuerza de lo escondido, es el misterio de lo que aparece insignificante, para confundir a los sabios”.
En este sentido, Sor Silvia dejó un mensaje de confianza a los jóvenes, derivado del testimonio y legado de Madre Mazzarello, que “ella pueda ser el impulso a nunca menoscabar el impacto de tus decisiones, el impacto de tus emociones, porque lo pequeño que puedas hacer hoy, oculto en tu casa, en el colegio, en tu ciudad, puede repercutir en el mundo entero. Tú joven eres capaz de grandes cosas, eres capaz de transformar el mundo, eres capaz de ser semilla, que el Señor Dios espera la mejor versión de ti”.
Luego de esta profunda reflexión, Sor Silvia invitó a la Comunidad Educativa a hacer oración por las personas que están sufriendo enfermedades, falta de trabajo, soledades, encomendando su vida al Señor y María Auxiliadora; también hizo una oración especial por toda la Familia Salesiana, que están compartiendo este día especial.
María Dominga Mazzarello, más conocida como Madre Mazzarello nació el 09 de mayo de 1837 en Mornese, Alessandria, y falleció el 14 de mayo de 1881 en Nizza, Monferrato, Asti. Fue religiosa italiana con la cual don Bosco fundó el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, conocidas también como salesianas. Madre Mazzarello, como es más conocida dentro del mundo salesiano, fue su primera Superiora General desde el 29 de marzo de 1872 hasta su prematura muerte en 1881. Su gran sencillez y su vida consagrada a la formación de la versión femenina del sistema preventivo de don Bosco, le abrieron las puertas a la santidad, reconocida por la Iglesia Católica en 1951. La fundación de las salesianas fue una respuesta pastoral de don Bosco a la necesidad de muchas jóvenes obreras o necesitadas que vivían las consecuencias de la revolución industrial en el Piamonte del siglo XIX y a lo cual Madre Mazzarello se dedicó con notable empeño durante toda su vida.
