Como es tradición, el 31 de enero se celebró la misa de la Fiesta de Don Bosco, donde se invitó a los salesianos y salesianas a fortalecer la máxima “Buenos Cristianos y Honestos Ciudadanos” como consigna para este año 2020. La eucaristía, que se realizó en el templo Parroquial de Santa Ana, fue presidida por padre Pedro Pablo Cuello, director de la Presencia Salesiana en Talca, y concelebrada por los sacerdotes Belarmino Sánchez, Juan Pablo Lyon, Eduard Rojas y Germán Balboa.
Los niños y jóvenes son los principales destinatarios de la acción educativa y pastoral de Don Bosco, y es por eso, que antes de iniciar la misa, ellos dedicaron palabras de agradecimiento al maestro de la juventud. Dieron gracias por tener una casa, un patio, una Iglesia y una escuela para crecer y desarrollarse; agradecieron por manifestar su preocupación y concretarla en una misión para los jóvenes, y dejar sacerdotes y laicos para que mantuvieran esta misión en el tiempo; agradecieron por ser Padre que los lleva a Jesús, y por ser Maestro que los sigue acompañando a través de profesores, animadores, asesores, asistentes de la educación en sus procesos de crecimiento.
Posteriormente se dio inicio a la eucaristía con la presentación del aguinaldo del sucesor de Don Bosco, padre Ángel Fernández, quien ha insistido que como Familia Salesiana se debe estar atentos a los grandes desafíos humanos de nuestro mundo y, especialmente, hacer presente en la vida cotidiana la Doctrina Social de la Iglesia, las opciones por los más desfavorecidos, el cuidado de la creación y la decidida defensa de los derechos humanos.
En la homilía, padre Pedro Pablo Cuello inició su mensaje con la pregunta: ¿cómo crecer nosotros y formar a nuestros jóvenes en buenos cristianos y honestos ciudadanos? Y para responder pidió a los jóvenes presentes en la misa que pasaran hacia adelante y contestaran esta pregunta, que ellos dijeran cómo los adultos tenemos que educar. Los jóvenes respondieron que la alegría, el testimonio, el compromiso, el servicio, el respeto, la verdad y los valores humanos y cristianos son fundamentales para que ellos puedan crecer en su formación cristiana y salesiana. En este sentido, el padre Pedro, hizo síntesis de este diálogo, agregando que “la sociedad se transforma con amor, no con violencia, y los adultos tenemos una gran responsabilidad en educar, tenemos la responsabilidad de ser testimonio y de hacer concretos los criterios del evangelio y los valores que los mismos jóvenes nos piden, nosotros también estamos llamados a ser buenos cristianos y honestos ciudadanos”.
En la presentación de los dones –junto al pan y al vino—se llevaron al altar dos carteles con las palabras Comprensión y Diálogo, que se conectan con los tiempos de movimiento social que estamos viviendo y donde tenemos que crecer en espacios de encuentro.
En la acción de gracias se despidió y agradeció la misión y apostolado del hermano Marcelo Rojas, quien inicia una nueva etapa en su formación de salesiano, y se dio la bienvenida al hermano Benjamín Parra, quien inicia su apostolado en la obra salesiana de Talca. Luego de estos testimonios, padre Pedro impartió la bendición final.
Culminada la misa, y como es tradición salesiana en Talca, todos los presentes compartieron en el patio de la Parroquia un rico helado. ¡Viva don Bosco!
