Como una ocasión especial, en horario matutino, el 16 de noviembre se realizó la ceremonia de licenciatura de los alumnos de cuartos medios. Los estudiantes de la modalidad técnico profesional y humanista científico recibieron sus licencias en dependencias del CEST.
Como ya es tradicional, los alumnos hicieron ingreso al gimnasio acompañados de sus profesores jefes, luego se entonó el himno nacional, y el rector del Establecimiento, Reinaldo Castro, entregó su mensaje de despedida a los jóvenes, que a partir de este año comienzan una nueva etapa.
En su discurso, Reinaldo Castro trajo a la memoria palabras de don Bosco, escritas en la carta de Roma de 1884: “Cerca o lejos, siempre pienso en ustedes. Mi deseo es sólo uno: verlos felices en el tiempo y en la eternidad”, aludiendo que todos los integrantes de la comunidad educativa, y las familias de los alumnos desean que sean felices, que se desarrollen como jóvenes y personas de bien, que se desarrollen en lo personal y profesional. “No importa el tiempo, agregó el directivo, siempre llevarán en su corazón la impronta salesiana, esa impronta de amor y confianza que buscamos en la Casa que acoge, en la Escuela de educa, en la Parroquia que nos evangeliza y en el Patio donde nos encontramos con los amigos y con los demás”.
Posteriormente al mensaje, los alumnos de la modalidad técnico profesional recibieron sus licencias. Luego se llevó a cabo la premiación para los mejores compañeros, desempeño académico, espíritu salesiano, participación ACLE, participación academias y actividades pastorales.
Seguidamente al momento de premiación se entregaron las licencias a los alumnos de cuartos medios humanista científico.
Más adelante se hizo el reconocimiento por curso al candidato del premio Don Bosco, para luego nombrar al estudiante que recibió esta honrosa condecoración, y que la Comunidad Educativa entrega como su máximo galardón. El premio recayó en el alumno Sebastián Jaque Silva de 4° B HC.
Mensaje alumno y bendición final
En el último momento de la ceremonia, el alumno Simón Figueroa Salazar hizo el discurso de despedida, recordando los primeros años de él y de sus compañeros en el CEST. Agradeció las experiencias vividas, que los ha ayudado a crecer como buenos cristianos y honestos ciudadanos; agradeció a los profesores por el apoyo incondicional, a los asistentes de la educación por acompañarlos siempre y a la Comunidad Religiosa por conducirlos al camino de la santidad. Simón agradeció especialmente al Área de Ambiente y Convivencia, por la disciplina del Colegio, “ya que eso les ayudará a preparar el futuro que hoy pasa a ser el presente”.
El acto culminó con la acción de gracias y envío de los alumnos egresados, dirigida por padre Eduard Rojas y padre Pedro Pablo Cuello. En este momento, como ya es tradicional, ingresaron al gimnasio siete alumnos de la enseñanza básica, quienes recibieron de siete alumnos de cuarto, un cirio encendido, como signo de traspaso de la sabiduría, conocimientos, esfuerzo y valores a los más pequeños del CEST. Con este signo se impartió la bendición final, y se invita a los niños a continuar el legado de Don Bosco, siendo luz que ilumine para las generaciones venideras.
