En la eucaristía de solemnidad de María Auxiliadora que se celebró el 24 de mayo, monseñor Galo Fernández, administrador apostólico de la Diócesis de Talca, invitó a los integrantes de la Familia Salesiana Talquina a sentirse dichosos por creer, como dijo su prima Isabel a María: ‘dichosa tú por haber creído’, aludiendo a los tiempos exigentes, de cuestionamientos y de purificación que está viviendo la Iglesia. “Ella –señaló el obispo— es ante todo la madre de la fe, y si hay algo que tenemos que pedirle es que nos sostenga con alegría en el camino de la fe, porque no podemos caer en la torpeza de vivirlos con desaliento; de vivirlos con pesimismo y sin esperanza”.
La misa fue concelebrada por padre Pedro Pablo Cuello, director de la Presencia Salesiana en Talca, y los sacerdotes salesianos Eduard Rojas y Belarmino Sánchez, fiesta que se conmemoró en comunión con todo Chile y el mundo. Mientras se alabó a Dios con el canto de gloria, la imagen de María fue entronizada, ubicándose delante del altar con aplausos de los presentes.
El padre Galo manifestó en su mensaje que María con prontitud nos viene alentar para ayudarnos en el camino de la fe. “Me alegro que estemos aquí, porque María nos alienta de verdad. Acercaos a Jesús, que es el tesoro más grande que tenemos; es distinto vivir y creer en este Dios amoroso, tan amoroso que nos regala una madre tierna (…) para que nos sintamos amados y desafiados a vivir con el encanto de servir a nuestros hermanos con prontitud como María”, puntualizó el obispo.
En la preparación del altar se presentó, junto al Pan y el Vino, a todas las familias, con sus alegrías y dolores, a través de la imagen de una casa que representa el calor del hogar que queremos alimentar entre nosotros. Con los signos de libros de estudio, globos e implementos deportivos se presentó la vida y la esperanza de los y las jóvenes de nuestro país.
En el momento de acción de gracias, y frente a la imagen de la Virgen, representantes de la Familia Salesiana rezaron con toda la Comunidad la oración de consagración a María Auxiliadora, y luego depositaron una rosa como signo de entrega, respeto y dedicación a Ella. Posteriormente, el obispo Galo Fernández se impartió la bendición para toda la Comunidad Salesiana.
Finalizada la misa, y en el mismo templo, se realizó un momento artístico donde se hizo una oración cantada y bailada a la Virgen auxilio de los cristianos. Participaron el coro de la Capilla Don Bosco de la Parroquia Santa Ana, un grupo de folclor del Colegio María Auxiliadora de Colín y el coro Pentecostés del Centro Educativo Salesianos Talca.
Como es tradicional, en esta fiesta se hicieron presentes los colegios Santa Teresita, María Auxiliadora de Colín, María Mazzarello y Centro Educativo Salesianos Talca, además de todos los grupos asociados a la Familia Salesiana.
El CEST celebró la misa de solemnidad de María Auxiliadora el 23 de mayo con los alumnos de Sede Norte y el 24 de mayo con los alumnos de Sede Sur, y las modalidades de prebásica y básica celebraron con una liturgia la entrega y el respeto que los salesianos y salesianas le tienen a la Virgen María, bajo la advocación de Auxiliadora. También en el CEST, como signo de fiesta y de compartir, se regaló un rico pan dulce para todos los integrantes de la Comunidad Educativa.
