El Centro Educativo Salesianos Talca celebró la tradicional Pascueta, el 01 de abril, donde se hizo memoria del misterio más grande de la fe cristiana, que es la Resurrección de Cristo. La liturgia de Buenos Días en ambas sedes comenzó con una alegre exclamación: ¡Cristo ha resucitado! El padre David Albornoz presidió esta celebración en Sede Norte, y el padre Juan Pablo Lyon la presidió en Sede Sur, aludiendo en sus mensajes a este hermoso tiempo de fiesta eclesial.
El signo de la resurrección es el Cirio Pascual. La luz simboliza constantemente la vida y la salvación. Cristo trae la luz y Él mismo es la luz. Padre David y padre Juan Pablo bendijeron el Cirio Pascual, que refleja la alegría de la Resurrección que Cristo trae a todas las personas. Cristo es el Alfa y el Omega, principio y fin del universo, y su luz disipa todas las oscuridades.
El padre Juan Pablo señaló que el misterio de la resurrección es difícil de imaginar, porque no hemos visto a nadie que haya resucitado, por lo tanto, la liturgia tiene muchos signos para darnos a conocer la grandeza de la resurrección, y ese signo es la luz. “Luz que ilumina y que está al inicio de la creación, en el relato del génesis, donde dice que al principio todo era oscuridad y caos, y Dios dijo: que exista la luz, y todo se transforma y el caos se transformó en un cosmos, una creación armónica y ordenada”.
“La Resurrección es la nueva creación (…). Jesús venciendo la muerte crea todo nuevo y en ese crear todo nuevo entra nuestra vida. Nosotros esperamos vivirla después de nuestra muerte, pero desde ya, la presencia de Cristo Resucitado comienza a darnos esperanza para vivir en esta vida, por lo tanto, el mensaje de la resurrección es una buena noticia que tenemos que celebrar”, manifestó el sacerdote.
El padre David y el padre Juan Pablo invitaron a los estudiantes a sacar las piedras y obstáculos que les impidan vivir en la presencia de Cristo Resucitado.
El tiempo pascual que comenzó el domingo nos recuerda el sentido de la vida nueva en Cristo. Un tiempo de esperanza que moviliza el corazón a todas las acciones buenas. Con este espíritu, los sacerdotes padre David y padre Juan Pablo impartieron la bendición a todos los integrantes de la Comunidad Educativa, enviándolos a comunicar la vida de Jesús a todas las personas y a sacar las piedras que nos impiden estar cerca de Él.
Los alumnos de todas las modalidades celebraron la Pascua de Resurrección, con un desayuno de pascua, acompañado del rico pan de huevo en forma de conejo pascual. Los estudiantes de enseñanza básica y de la modalidad parvularia, luego de una emotiva oración, tuvieron una actividad para buscar al conejo de pascua. Alegría y diversión para compartir con ricos chocolates la vida de Cristo que resucitó entre los alumnos más pequeños del CEST.
